“Es un drama que un joven venga a Magaluf a disfrutar y vuelva a su país en una caja de madera”

El doctor Íñigo Morán cuenta sus experiencias como médico de una UVI móvil en el destino por excelencia del “turismo de borrachera"

 

“En Magaluf, el ambiente se concentra en una calle de menos de un kilómetro, en Punta Ballena, donde se acumulan miles de personas por las noches, hay mucho alcohol y también drogas (fundamentalmente de diseño, alucinógenas) y en ese cóctel surgen los accidentes y las imprudencias que provocan que nosotros tengamos que intervenir”, cuenta Íñigo Morán. “Ahora se han introducido drogas y mucha más gente. Donde antes había cientos de personas, ahora hay miles y eso sí que hace que las incidencias se multipliquen y sean más graves”, añade este médico.

 

“El alcohol suele estar por medio en un porcentaje muy elevado de los servicios que atendemos y en los últimos años ha aumentado la violencia”, relata el doctor Morán. “Es un auténtico drama que una persona con un rango de edad entre los 18 y los 25 años, que viene a Mallorca a pasarlo bien y están sanos, por una actitud imprudente quede con una cojera para toda la vida, en una silla de ruedas o vuelva a su país en una caja de madera; esto es absolutamente dramático. Este año nuestra unidad lleva atendidos 16 casos de precipitados al vacío”, el conocido como 'balconing'

 

 “La causa más frecuentes suelen ser caídas involuntarias, normalmente suele ser que están bebiendo en el balcón y caen hacia atrás, o quieren pasar por el balcón de una habitación a otra porque son amigos y pierden el equilibrio, o alguno que vuelve a la habitación del hotel antes (y la llave la tiene su amigo) y llama a la habitación de al lado para pasar por el balcón”, explica y añade: “A veces también apuestas”. “Es la situación de desfase que a veces los amigos no se dan cuenta de la gravedad de lo que está ocurriendo, y lo que diferencia esta profesión de otras es que hay que controlar ese escenario, que no te encuentras en un hospital o un centro de salud”.